Cómo plantar Wheatgrass (Hierba de Trigo)

A pesar de proceder del trigo, es un alimento apto para celíacos, ya que no contiene gluten. Muy lejos de ser dañino para los intolerantes al gluten, es utilizado terapéuticamente y/o como suplemento alimentario.

Propiedades de la hierba de trigo:

– Es una de las fuentes más ricas en vitaminas A y C.
– Contiene gran cantidad de vitaminas B fácilmente asimilables. Entre ellas, se encuentra la vitamina B-17, la cual ayuda a destruir selectivamente celulas cancerosas sin afectar a las células normales.
– Contiene una gran cantidad de calcio,  hierro, magnesio, sodio y potasio.
– Contiene todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita.
– Es gran fuente de clorofila.

Beneficios de la hierba de trigo:

– Purifica y limpia la sangre, ya que alcaliniza y desintoxica.
– Aporta una gran cantidad de oxígeno a nuestras células, ya que estimula la producción de glóbulos rojos tras su ingesta.
– Reduce la presión arterial.
– Corrige alteraciones sanguíneas como la anemia.
– Ayuda a la desintoxicación y la regeneración del hígado, eliminando los metales pesados, entre otros tóxicos.
– Fortalece el sistema inmunológico.
– Protege contra radiaciones.
– Previene y trata enfermedades crónicas y degenerativas.
– Limpia y desintoxica los intestinos.
– Drena el sistema linfático.
– Actua como antiviral, antibacteriano y antifúngico.
– Aporta energía y vitalidad.
– Regula los niveles de azúcar en sangre.
– Previene las canas y la caída del cabello.
– Puede aplicarse externamente la pulpa de la hierba, resultante de hacer el zumo, empapada en un poco de zumo, para cicatrizar cortes, irritaciones de piel, picaduras de insectos, quemaduras, etc.

Se recomienda no tomar más de 2 onzas (60ml) de zumo de hierba de trigo, dos veces al día, con el estómago vacío. Debemos esperar entre 15 y 20 minutos antes de consumir cualquier otro alimento, para permitir su correcta digestión y absorción.

Como cultivar la hierba de trigo:

1. Remojar:

Poner las semillas en remojo durante 8-12 horas.

2. Escurrir:

Verter el contenido de la jarra en un colador o un recipiente con orificios que permitan drenar el agua sobrante. Aclarar las semillas con agua limpia y dejar que el agua drene.

3. Remojar:

Remojar dos veces al día, cada 12 horas aproximadamente.

Observa como salen unos pequeños brotes de las semillas.

4. Plantación:

El proceso de plantación tiene lugar al cabo de 24 o 36 horas desde el día en que ponemos las semillas en remojo. Por ejemplo, si empiezas el lunes por la mañana a remojar las semillas, la plantación tendría lugar el martes por la mañana o por la tarde.

No obstante, lo más importante no es el tiempo, sino la apariencia de la semilla en el momento de la plantación. Ésta debería tener una pequeña raíz saliendo de la semilla, no más larga que la propia semilla.

– Pon aproximadamente 1,5-2cm de tierra en cada bandeja y espárcela uniformemente. Compáctala y mójala hasta que esté húmeda.
– Extiende las semillas en la tierra húmeda uniformemente.
– Riega con cuidado para no mover las semillas.
– Coloca una bandeja cubriendo la bandeja recién plantada. Esto mantendrá las semillas recién plantadas en la oscuridad y bajo una pequeña presión que ayudará a las semillas a enraizarse y a crecer.

5. Regar y volver a cubrir:

Riega de manera suave y uniforme hasta que la tierra está húmeda, no encharcada. Llegado este punto, el sistema de raíces todavía no se ha formado, por lo que un regado muy intenso podría arrastrar la tierra a través de los agujeros en la bandeja.
Este proceso se debe llevar a cabo cada 12 horas hasta que los brotes hayan crecido hasta la altura deseada de 3,8 cm. Vuelve a cubrir las semillas con la segunda bandeja.

6. Regar durante el proceso de credicimiento:

Llegado este punto, expondremos el pasto a la luz del día hasta que termine el ciclo de crecimiento. Regaremos el pasto cada 12 horas aproximadamente, hasta el momento de la cosecha.
Riega el pasto hasta que el agua gotee través de la parte inferior de la bandeja.

 

6. Cosecha:

Cosecha el pasto de trigo con unas tijeras o un cuchillo afilado. Córtalo lo más cerca posible de la tierra sin llegar a cortar en las semillas.

 

7. Almacenamiento:

Yo te sugiero que cortes toda la bandeja de hierba y lo almacenes en el refrigerador, dentro de una bolsa con pequeños orificios de ventilación y con un papel absorbente en su interior.

Para ello necesitarás una licuadora de frutas y vegetales de extraccción lenta con función masticadora o un extractor especial para wheatgrass.

 

Tras la primera cosecha, volverá a crecer de nuevo la hierba, con los mismos valores nutricionales, por lo que puede volver a ser consumido. No obstante, la tercera tanda de pasto habrá perdido algunas propiedades, así que será mejor no cosecharlo.

Espero que os animéis a plantar vuestro propio wheatgrass!! Ah, me olvidaba de un último consejo… Si dipositáis amor en él durante el proceso de crecimiento, crecerá mucho más rápido, más fuerte, más alto y con mejor sabor!

¡Qué tengáis un buen día!